Hace poco me dijeron que en esas pruebas psicológicas de dibujar a una persona, si una mujer dibuja a un hombre es porque piensa que los hombres tienen ventajas sobre las mujeres; yo siempre dibujo a un hombre (es más fácil) pero ahora que lo pienso, sí, en el fondo creo que los hombres tienen ventajas sobre las mujeres.
Hay dos cosas que envidio de los hombres: 1) no menstrúan cada 28 días y 2) la ropa. No soy muy femenina y la verdad nunca he sabido como serlo, me cuesta ponerme tacos y sastres para ir a trabajar, y cuando tengo reuniones con mis amigas siempre desentono porque simplemente no tengo el tipo de ropa de vamos-a-salir-a-bailar. Me encanta la ropa de hombre, la tienen tan fácil... jeans, zapatillas, un polo y ya está, no hay que preocuparse por el peinado, el maquillaje, la cartera, que esto combine con aquello, que la manicura -o pedicura ahora en verano. Cada vez que voy a salir a comprar ropa (una de las cosas que más detesto) siempre miro la ropa de hombre con envidia. No deseo ser un hombre, no quiero un pene y menos cambiar de sexo, sólo quisiera vestirme como uno y un par de veces al año hasta me provoca cortarme el cabello chiquito y hacerme un mohawk, claro que eso me dura muy poco pues la verdad AMO mi cabello largo.
Pero alguna vez he deseado ser hombre. De niña era medio marimacho así que en lugar de ser la niña rara y poco femenina simplemente hubiera sido un niño más, supongo que por eso dibujo hombres, creo que la vida hubiera sido más fácil, para empezar el hecho de que me gusten las mujeres hubiera sido visto como algo completamente de esperarse en lugar de causar tanta sorpresa/drama/tristeza en mi familia. Quiero creer que hubiera sido igual de mala en los deportes pero que tal vez hubiera tenido más valor para intentar cosas un poco más peligrosas como montar skate o cualquier hazaña que atentase contra mi integridad física. Pero sobre todo quiero creer que hubiera sido todo un caballero, muy correcto y hasta un poco chapado a la antigua sazonado con un muy buen gusto para la ropa.
No lo sé, quien sabe, tal vez algún día me atreva, tal vez algún día deje lo socialmente correcto y que se espera de mí como hija, profesional, mujer, y me corte el cabello y me compre toda la ropa de hombre que me gusta y decida verme y vestirme como uno.
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