Mi hermana se acaba de casar. No sé, nunca pensé en casarme, ella tampoco, pero ahora que ella lo ha hecho hay ciertas cosas que me dan un poco de envidia y un poco de tristeza y un poco de cólera. Me da envidia desde el día en que su novio –ahora esposo- se sentó a la mesa con nosotros, pues mi madre hasta el día de hoy no ha podido hacerlo con ninguna de mis novias y por como va la cosa dudo que alguna vez lo haga. También me da envidia porque hasta el día de hoy no he podido encontrar a alguien por quien sienta algo lo suficientemente fuerte como para querer casarme con ella. Y aún si así fuera, ella muy probablemente no tendría ante los ojos de los demás el estatus de esposa y por ende tal vez se le respete menos. Vi “4 bodas y un funeral” y en el funeral se presentó a la pareja del difunto como “su mejor amigo”, sí, es cierto que era su mejor amigo pero también era más que solo eso.
Me da también un poco de tristeza la fiesta. Supongo que algunos lo pueden ver como algo frívolo y no dejan de tener razón, tiene bastante de frívolo, pero yo lo veo desde el punto de vista de que cuando uno se enamora quiere decírselo a todo el mundo y yo no soy la excepción. Además cuando te casas no sólo le estás diciendo a todo el mundo que estás enamorado sino que para colmo haces LA fiesta, donde invitas a todos los que puedes para celebrar contigo que encontraste a la mujer de tu vida, es decir, tu felicidad es tan grande que hay que compartirla, a lo grande, y es bonito. Es bonito ver que tus amigos te felicitan y te desean lo mejor a ti y a tu pareja. Es bonito ver como todos se emocionan de verte tan contento.
Me da tristeza también que nosotros los gays y lesbianas seamos excluidos de tomar semejante compromiso. Si bien hay mucha gente que no cree en el matrimonio yo sí. Un matrimonio no es cualquier cosa, si bien es una promesa, no es una promesa cualquiera, no es una promesa que se pueda romper fácilmente. Ya otro día les contaré la historia de K y yo pero por el momento sólo les diré que ella y yo llegamos a vivir juntas, pero el día que yo ya no quise más no me costó mucho decirle “vete de mi casa” y a ella no le costó mucho empacar e irse. ¿Promesa rota? No, la verdad yo nunca le prometí nada, no le juré amor eterno ni nada por el estilo, ni siquiera simulé una pedida de mano, nada de nada, por lo tanto yo no rompí ninguna promesa. Tampoco hubo complicaciones legales ni separación de bienes. Pero cuando te casas todo cuenta y supongo que el hecho de haber firmado un contrato donde te comprometes a amar, respetar y serle fiel a alguien en las buenas y en las malas hasta que la muerte los separe y tener de testigos a todos tus familiares y amigos cercanos y no tan cercanos te hace pensar las cosas más y posiblemente hasta lucharla más y no simplemente despertarte un día y decir “ya no te quiero en mi vida”; es como si ese papelito le diera un plus al asunto. Cuando te divorcias quedas con el título de “divorciado” pero cuando no te has casado es un “simplemente no funcionó… Next!” osea como que no pasó nada, como si esa persona no hubiera existido o no hubiera sido alguien importante (para el resto), a pesar de que sí lo fue (para ti). Por eso digo que es triste que no se nos permita poder casarnos, creo que la persona a quien amamos merece mucho más que sólo el título de conviviente o de pareja, pues a veces esos títulos le quedan chicos al amor que se siente y se vive.
El no poder casarnos no necesariamente nos hace menos comprometidos y tampoco hace que nuestras relaciones estén destinadas al fracaso, para nada. Yo creo que fácil hay muchos gays y lesbianas a los que les gustaría poder hacerlo, y fácil hay muchos a quienes no, así como hay mucha gente hétero que tampoco quiere casarse. Personalmente no me siento lista para el matrimonio, tal vez más adelante, quien sabe. Pero sería bonito, sería bonito estar enamorada y, de tener la certeza de que la chica con la que estoy es la mujer de mi vida, me encantaría casarme y darlo todo y arriesgarlo todo y lucharlo todo y exhibirla como mi esposa frente a todo el mundo y celebrarlo. Sería bonito tener la opción si quiera.
¿Qué me da cólera? Me da cólera que ahora todos me pregunten cuando me caso yo. Obviamente lo hacen aquellos que no saben, porque no todo el mundo sabe, pero igual fastidia. Me fastidia un poco mas incluso pensar en más adelante, porque posiblemente para todos esos que no saben yo seré una solterona, cuando no necesariamente sería así (espero que no sea así jeje), yo sé que no debería importarme lo que el resto piense, pero igual me va a dar cólera, porque qué y si tengo una pareja, una “esposa”, para la sociedad eso no cuenta, para el resto seremos solteronas, no me hace gracia, para nada.
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