Me estoy dando cuenta que esa frase que parece tan tonta, es cierta "al final solo quedan los buenos amigos".Cuando me pongo en el papel de alguno de mis amigos veo que debe ser bien difícil para ellos y ellas porque soy una persona a la que hay que tener "mucha" paciencia (o sea lo estoy planteando en términos bien diplomáticos). Mis dos mejores amigos son muy distintos no se pueden ver ni en pintura trate de reunirlos, pero resulto un fiasco. Los dos mandaron al diablo mis afanes conciliadores, mis flamantes deseos de vida en armonía (peace & love) y a mí.
Estos chicos, en común tienen 5 cosas: gays, amigos míos, tienen prejuicios contra las lesbianas masculinas decir que las odian es poco, son guapos y generalmente no aprueban a las “amigas” que les presento.
Rodrigo, en publico es muy serio, de imagen impecable, exitoso profesional, con metas en la vida, amable, educadísimo, buen hijo, le gusta el cine, teatro, visitar restaurantes, viajar, puede ser cariñoso y detallista si te aprecia, a veces demasiado racional. Nos gusta caminar por el malecón, me encanta su paz, la capacidad que tiene para resolver problemas, para plantear las cosas y hacerme ver que uno no puede ser un sentimental en esta vida. Me da sus “tics” de cómo ir por la vida con el corazón a salvo, su filosofía me encanta y es la que adopte desde hace algún tiempo “Nada de compromisos, los mejores y grandes amores son los que duran solo un fin de semana”. Me cuida de esas niñas malas que intentan jugar con mis sentimientos, esas que no tienen la más mínima consideración y andan queriendo adueñarse de mis pensamientos, mi tiempo, mi alma, de mi corazón para luego hacer pedazos todo lo mencionado y mis sueños…
Paso momentos sublimes con èl, también guardamos los mas profundos secretos, por ejemplo nadie debe enterarse de que nos podemos pasar toda la madrugada de un viernes escuchando música de niños, que fuimos al show de Galdos solo por ver cantar a Yola, que los chistecitos de ese tipo nos valen madre. Deberíamos reconocer que aquel día actuamos mal (no parecía que obtuvimos el mas alto puntaje en esas evaluaciones de valores filmadas y analizadas por un montón de especialistas en recursos humanos) empujamos a los niños y a sus madres, gritamos, hicimos el ridículo intentando que Yola escuche nuestro coro de la Feria de Cepillin, también ocultamos que el quería ser un Golmodi y yo una Sindela de Nubeluz. Los que nos conocen creen que solo nos gusta la música buena. No saben que por las mañanas nos podemos inspirar con “La Dona e Mobile” cantada por Pavarotti (no por Juan Diego Florez), con “globo de gas” de Pedro o lo mas terrible con una canción de Magneto “Tu libertad”. A decir verdad tenemos entradas para Metalica, sin embargo esperamos con ansias que pase por Lima ese grupo mexicano, estamos al tanto que a la mayoría de cantantes de ese país es mejor escucharlos en disco, que podemos sufrir una ruptura de tímpanos, igual los queremos verlos.
A Miguel, mi otro amigo, no le interesa ser reconocido como un gran profesional, el disfruta de las juergas interminables, intensas, hay días que nos encanta salir a discotecas, los dos solitos. Cuando esta en la pista de baile es un show, mucho teatro, nos encanta besarnos y actuar como la pareja hot de esa noche. Ha dejado su puesto en bienes raíces, trabajara todo el verano en una discoteca, en la playa esta ilusionadísimo, trata de convencerme que pase esos meses con èl, que deje todo, me asegura que lo mas rico de la vida es disfrutarla como chicos rebeldes, dice que terminando el verano nos podemos ir por toda la costa Sudamericana, conociendo gente, sobreviviendo en trabajos humildes pero humanos. Hace poco le rompieron el corazón, lo bueno que el llanto y el dolo solo le duro una semana. A veces creo que en realidad sigue mal, pero mi “papi bello” es valiente y lleva el inmenso y desgarrador dolor dentro, sabe que la persona miserable que juega con los sentimientos de otros no merecen ni una lagrima, ni un suspiro lleno de dolor, ni una puta madrugada en vela pensando que será de el. Le he dicho lo que mi amiga Elva, me dijo un día “la venganza es un plato que se come frio”. No se si voy aceptar la propuesta de Micky, me gusta el trabajo que tengo ahora, igual el sabe que soy de decisiones inesperadas y que un día de verano me aparezco en ese departamento de la playa, que le ha prestado un buen amigo, y nos vamos por toda la costa de Sudamérica, con la mochila llena solo de sueños, porque creo que Miguel y yo somos eso: soñadores de amores imposibles. Por lo pronto se que iré cada fin de semana al Sur, ha tener esas conversaciones llenas de interminables risas, de rigurosos análisis de situaciones que la vida nos negó, a cambio nos dio este amor loco, fuera de toda lógica, como siempre cada vez que llegamos a ese punto ya estaremos ebrios, llenos de alegría y eufóricos cogeremos su auto y el manejara a toda velocidad, con música a todo volumen en esa carretera , como buscando estrellarnos con esa pared oscura que la noche y la vida nos pusieron, total iluminados por la luna y frente al mar seria lindo morir, por amor es bueno hasta morir…
Claudia, llego hace una semana a Lima. Por supuesto fui al aeropuerto, los minutos se me hacían eternos esperando que desembarque su avión, aunque en esa semana llegaron varias amigas de fuera nadie mas especial que ella. Recordaba todo lo que pasamos en la niñez, nuestra alocada adolescencia. La vi atravesando la puerta de vidrio con el brazo en alto señalándome, mis recuerdos se interrumpieron cuando escuche sus gritos: “¡Mierdaaa, por fin, estoy en el Perú, hey Yiza, Yiza, CTM, arriba el Perú CARAJO!” con los ojos de todos los visitantes del Jorge Chávez, en esos momentos, puestos encima nuestro solo atine a decir “¡Bien arriba, CTM!”. Los abrazos, los besos y los llantos duraron casi 15 minutos. No quiso llegar a casa de su abuela primero quería pasar por un restaurante a comer. Entonces me di cuenta que Clau, aun conserva un poco de esa locura encantadora que la hacia tan especial, a pedido nuestro en el auto que nos llevaba hacia La Punta, pusieron música de Eva Ayllon, cantando como locas, pude observar la cara de su esposo, que aparentemente se preguntaba “que país de locos es este”. Si pudieran mirar a mi amiga ahora nadie pensaría que hace unos años cuando se fue, echada por su madre, a Estados Unidos estaba convertida en una adicta, con una delgadez preocupante, cansada de vivir una vida loca, llena de excesos, nadie imaginaria que estuvo hasta en tres centros de rehabilitación allá, que toco fondo, que tuvo la fortaleza de levantarse, de cambiar su vida, que se rehabilito, que estudio, que ahora dirige un centro de ayuda a personas en riesgo.
Claudita, esta viva, ya no podemos, tomar sin permiso la moto de su tío, subir a otra amiga mas e irnos por todo el barrio gritando. Pero podemos recordar y cagarnos de la risa con todo eso. Por mi parte, la felicitare una vez más, le agradeceré por estar siempre a mi lado, porque hasta cuando nos quisieron separar (a mitad de su proceso) luchamos por no perder nuestra amistad. Se que ella (porque me conoce verdaderamente) sabia que aunque no quisieran darme el teléfono del centro de rehabilitación, que aunque no le dieran mis presentes, yo haría hasta lo imposible por estar comunicadas y siempre fue así esperaba mis llamadas en fechas especiales diciéndole: “¿hey, cholita linda aún estas viva?” - “Si, mierda aun vivo porque Dios es peruano pes y porque tengo que ir a Lima por un ceviche y unos bates jajajaja” - “¿¡oe mamita! ¿sabes que día es hoy?” - “No, ¿es navidad o mi cumpleaños?” “es Navidad, Clau, es Navidad” - “pucha, deberías estar acá Yiza, te necesito” – “estoy contigo, chola, siempre estaremos juntas, tienes que ser fuerte ¿tu me quieres verdad? Entonces sabes que nunca te dejare sola. Solo a quien se odia se aparta de su lado, tienes que odiar a la droga, detéstala con todas tus fuerzas, tenle asco y veras que podrás, tu eres mi guerrera, no me decepciones” – “Solo por ti, mi querida Dra, solo por ti la odiare”…
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.