Leyendo historias en esta pagina, algunas esperanzadoras y fantásticas, otras tristes y pesimistas, sentí la necesidad de hacer mi aporte, realmente espero que este escrito no quede a la deriva como otros que tengo escritos entre los reglones y fuera de las líneas de mis cuadernos.
Siguiendo un poco el hilo de lo que cuentan por este medio, también contare una historia, la mía, pero creo que es algo extensa así que comenzare con el principio: Tenia 12 años cuando por circunstancias de la vida vi por primera vez pornografía, estábamos en clase de computación y como buen grupo de hombres (estudiaba en un colegio militar) y con las hormonas eferveciendo en aquel 1° de secundaria toda la mancha se puso a ver al mismo tiempo lo que en esa etapa de nuestras vidas era una novedad. Bueno, al ver esa escena que ya no recuerdo muy bien de que trataba me di cuenta que mientras los demás chicos se fijaban en la desnudez de la chica, yo solo me fijaba en los músculos del chico, lo cual me dejo algo perplejo, la verdad no me lo esperaba darme cuenta así de golpe aunque creo que en el fondo ya lo sospechaba, cuando me fijaba en un chico pensaba que solo era admiración pero después de ver eso me di cuenta que había algo mas, me di cuenta de mi naturaleza y como era de esperarse no quería aceptarlo, cada vez que pensaba en un chico pensaba “está mal-está mal-está mal” y me decía a mi mismo “piensa en esa chica-piensa en esa chica”, luche con todo lo que pude contra mi naturaleza y, como es obvio, no lo logré, así que empecé esa larga lucha interna que me duro 2 años, justo los 2 años que estuve en ese colegio militar.
Cuando ya logre aceptarme a mi mismo, sentí la necesidad de un cambio, dejar atrás mis viejas fijaciones y empezar en un nuevo ambiente, así que decidí cambiarme de colegio, a lo cual después de unos días de usar mis poderes persuasivos con mis padres, logre hacerles que me matriculen 3° de secundaria en otro colegio y lo que sucedió en ese colegio ya es cuestión de otra historia…